📝 Editorial | ¿Será la tercera la vencida, señor alcalde?
La Oficina Jurídica no es un adorno, es el corazón del gobierno municipal

En las últimas horas, la Alcaldía de Popayán anunció con entusiasmo en su página de Facebook la posesión de María del Pilar Pantevez Vargas como nueva jefe de la Oficina Asesora Jurídica. Una profesional con trayectoria, sí, pero que llega a una dependencia marcada por los errores, la improvisación y los retrocesos.
Desde Periódico Virtual.com, como medio ciudadano y voz crítica de los intereses de Popayán, nunca ni jamás nos quedaremos en el aplauso de forma. Debemos decirlo con franqueza: ya son tres los jefes jurídicos que ha tenido esta administración en apenas año y medio de gobierno, lo que pone en duda la solidez del equipo que eligió rodear al alcalde Juan Carlos Muñoz Bravo.
Una dependencia clave, pero subestimada
La Oficina Jurídica no es una notaría de paso, es el cerebro legal que da seguridad jurídica a cada acto administrativo. Es quien debe garantizar que los contratos no se caigan, que las decisiones tengan sustento y que el municipio no termine pagando millonarias demandas por errores evitables.
Pero en este gobierno, esa oficina ha sido mal dirigida y peor protegida. Recordemos:
- El caso Cofán: un intento de firmar un convenio por más de $4.800 millones con un cabildo indígena sin experiencia técnica ni capacidad logística.
- El salto inexplicable a Movilidad Futura para ejecutar obras deportivas, a pesar de que su objeto social es transporte.
- El desastre del matadero municipal, con un contrato a punto de adjudicarse a una empresa sin experiencia, capital ni respaldo social, que tuvo que echarse para atrás por la presión pública y del Concejo.


Todos estos episodios pasaron por las manos de la Oficina Jurídica. Y todos salieron mal.
La alarma del Concejo: los indicadores no mienten
En las últimas sesiones del Concejo Municipal, varios corporados han sido claros: la ejecución presupuestal de la administración no está bien. Y cuando una alcaldía no ejecuta, no transforma. No importa cuántos planes y promesas haya, sin ejecución no hay gobierno.
Y aquí, otra vez, entra la Oficina Jurídica: cuando no hay conceptos a tiempo, cuando se traban procesos, cuando se improvisan contrataciones sin blindajes, la ejecución se hunde. El desarrollo se frena. La esperanza se diluye.
Señor alcalde: el reloj va en contra, y Popayán no espera más
Juan Carlos Muñoz Bravo fue elegido con una promesa poderosa: recuperar Popayán. Lo hizo como candidato independiente, sin maquinaria tradicional, con un discurso de dignidad y esperanza. Hoy, a mitad de camino, esa promesa está en vilo.
Usted, señor alcalde, ha sido un hombre bendecido por Dios en el sector privado. Ahora es el pueblo de Popayán, la ciudad donde usted nació y que nos lo ha dado todo, quien necesita ver en usted un liderazgo firme y un compromiso real con lo público. Y eso se demuestra con hechos: ejecutando, corrigiendo y tomando decisiones valientes
Es tiempo, ya urgente, de revisar a fondo el desempeño de sus secretarios. Quienes no han liderado, quienes no han ejecutado, quienes se escudan en trámites para justificar su ineficiencia, deben salir. Popayán no puede seguir perdiendo tiempo ni oportunidades con funcionarios sin carácter, sin compromiso, sin rumbo, y peor aún, salpicados por hechos de supuesta corrupción.

No traicione la esperanza, recomponga el camino
Señor alcalde, esta ciudad le dio el voto más honesto: el de la esperanza. El de quienes creyeron que por fin alguien gobernaría sin intereses ocultos. Pero ese voto puede volverse decepción si usted no asume el rol con decisión.
Popayán ya ha pagado los platos rotos de administraciones anteriores que convirtieron lo público en negocio. Que nos dejaron servicios caros, contratos turbios y un municipio atado.
Usted no fue elegido para seguir ese camino, sino para romperlo y devolvernos la dignidad.
La llegada de una nueva jefe jurídica es una oportunidad. Pero no más pasos en falso, no más funcionarios de adorno. Que esta vez sí sea la vencida. Que esta vez el derecho se ejerza con carácter y por el bien común. Y que usted, señor alcalde, no olvide que el tiempo ya no está de su lado, pero la historia todavía puede estarlo… si toma las decisiones correctas.
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