El asesinato de Miguel Uribe nos muestra lo ignorantes que somos en Colombia.
Por: Carlos Salas

Engañaron a un niño de 15 años para que jalara el gatillo. Con la promesa de 20 millones por matar a Turbay, alimentaron esa ilusión de comprar la moto de sus sueños, ir de paseo con los parceros, comprarle una tele a mamá o invitar a la bonita del barrio a la pizzería gomela. ¿Qué sé yo? No consigo recordar mis sueños de esa edad para explicarles mi punto.
La historia reciente del país no fue cambiada por un posdoctorado, un magíster o un bachiller. El protagonista de este triste episodio es un niño con hambre, infinitas necesidades y un montón de sueños rotos.
La ignorancia nos tiene tan dominados que todos los de “derecha” son paramilitares, narcotraficantes, asesinos de jóvenes inocentes para luego colocarles botas de caucho; que todos los de “izquierda” somos guerrilleros, narcotraficantes, asesinos de jóvenes inocentes para luego salir a decir que se lo merecían por pensar diferente.
eberíamos estar debatiendo la importancia de la empresa privada en la construcción de la economía de la nación, su papel en la generación de empleo y qué tan libre debería ser el mercado para garantizar los derechos laborales de los empleados, cerrando las brechas de desigualdad y pobreza. Eso, querido lector, es el debate mundial entre “derecha” e “izquierda”. Ideológicamente, la derecha defiende la propiedad privada y las empresas, mientras que la izquierda defiende la clase obrera y todos sus derechos.
Cuando encontramos justificación para el asesinato de un hijo de Dios, destruimos la democracia colombiana y le entregamos las grandes decisiones de nuestro país a los violentos. Los que contratan niños para asesinar seres humanos pueden colocar presidentes en Colombia; imaginen la barbaridad.
Cuando todos nuestros muchachos tengan la oportunidad de estudiar, los violentos tendrán que entregarnos el poder.
Convencido del papel transformador de la educación, retomaré mi papel en el Consejo Superior de la Universidad del Cauca defendiendo la educación superior pública, gratuita y de calidad. Cada niño que ingresa a la U es un niño que le arrebatamos a la guerra.
¡Pública y gratuita la recibimos, pública y gratuita la entregaremos!
¡Viva la U! ¡Viva!
Carlos Salas Cardona
Designado del Presidente de la República
Consejo Superior
Universidad del Cauca