Haití: Estado de emergencia por la ola de violencia y la fuga masiva de presos
Las pandillas ejercen violencia en las calles de esta nación luego de liberar a la gran mayoría de presos.
Las autoridades de esa nación ordenaron un toque de queda nocturno para intentar recuperar el control de las calles, después de una explosión de violencia durante el fin de semana, donde sujetos armados de bandas criminales invadieron las dos prisiones más grandes y liberaron a sus reclusos.
El domingo 3 de marzo por la noche comenzó un estado de emergencia de 72 horas y el Gobierno dijo que se encontrará a los asesinos, secuestradores y otros criminales violentos que, según informó, escaparon de prisión.
"Se ordenó a la Policía que utilizara todos los medios legales a su disposición para hacer cumplir el toque de queda y detener a todos los infractores", explicó en un comunicado el ministro de Finanzas, Patrick Boivert, que ejerce como primer ministro en funciones, Ariel Henry.
Además el funcionario viajó a Kenia la semana pasada para tratar de recabar apoyos para impulsar una fuerza de seguridad respaldada por Naciones Unidas que ayude a estabilizar a Haití en su conflicto con grupos criminales cada vez más poderosos.
El decreto de emergencia se proclamó después de un fin de semana que marcó un nuevo hito en la ola de violencia que vive Haití. Al menos nueve personas han muerto desde el jueves, cuatro de ellos policías, después de que se intensificaran los ataques coordinados de las pandillas criminales contra instituciones estatales en Puerto Príncipe, incluido el aeropuerto internacional del país y el estadio nacional de fútbol.
Pero el ataque a la Penitenciaría Nacional el sábado 2 de marzo por la noche ha conmocionado a los haitianos, a pesar de que están acostumbrados a vivir bajo la constante amenaza de las pandillas.
Casi todos los aproximadamente4.000 reclusos escaparon, dejando la prisión normalmente superpoblada inquietantemente vacía el domingo, sin guardias a la vista y con sandalias de plástico, ropa y muebles esparcidos por el patio de cemento. A la entrada de la cárcel yacían tres cadáveres con heridas de bala.
En otro barrio, los cadáveres ensangrentados de dos hombres con las manos atadas a la espalda se encontraban tumbados boca abajo mientras los residentes pasaban por barricadas colocadas con neumáticos en llamas.
También fue invadida una segunda prisión de Puerto Príncipe que albergaba a unos 1.400 reclusos. Hombres armados también ocuparon y destrozaron el principal estadio de fútbol del país, manteniendo a un empleado como rehén durante horas, dijo la federación de fútbol de Haití.
Asimismo, se reportaron disparos en varios barrios de la capital. El servicio de internet para muchos residentes sufrió interrupciones debido a que una conexión de cable de fibra óptica fue cortada durante la explosión de violencia, según el principal operador de telefonía móvil del país.
Entre las pocas decenas que optaron por permanecer en la cárce están los 18 exsoldados colombianos acusados de trabajar como mercenarios en el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moise en julio de 2021.
En medio de los enfrentamientos del sábado por la noche, varios de los colombianos compartieron un video suplicando por sus vidas, además de ayuda humanitaria.
“Por favor, ayúdennos”, dijo uno de los hombres, Francisco Uribe, en un mensaje ampliamente compartido en redes sociales. "Están masacrando a la gente indiscriminadamente dentro de las celdas". El domingo, Uribe dijo a los periodistas que entraron a las instalaciones: "No huí porque soy inocente".
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia pidió a Haití que brinde “protección especial” a los colombianos.