Juan Carlos López: Cacareo y cinismo tras el desastre financiero de Popayán
El alcalde Juan Carlos Muñoz Bravo comete un error, a mi juicio, al pedir perdón a la familia Solarte por una deuda de más de 25 años, la cual fue establecida por una sentencia debidamente ejecutoriada.
Era una obligación pagarla, no había otra opción. Sin embargo, creo que su equivocación radica en el hecho de que la familia Solarte no perdió nada y no quedará nada pendiente con ellos. Al contrario, ganaron mucho, ya que el valor de sus pretensiones se cuadriplicó con el tiempo, lo que terminó siendo un negocio redondo para ellos.
Si a alguien se le debe pedir perdón, es a la ciudad de Popayán y a sus ciudadanos. Ellos verán cómo un monto equivalente a lo pagado ya no podrá destinarse a inversión social, algo que tanta falta hace y que continúa generando desigualdad. Estoy seguro de que el alcalde ya tiene un plan de contingencia para compensar y equilibrar esa inversión social que, por culpa de administraciones anteriores, está en mora de ejecutarse.
Al mismo tiempo, debemos agradecerle al alcalde Juan Carlos Muñoz Bravo por tomar la decisión de pagar una deuda que crecía como espuma y que amenazaba con seguir hundiendo las finanzas municipales. Esta decisión, que ninguno de sus antecesores fue capaz de tomar, ha sido en beneficio del municipio. En la administración anterior, habían diseñado un plan de pagos leonino, perjudicial para la ciudad y ventajoso para el acreedor, pero por fortuna, se frenó a tiempo. El pago de esta deuda histórica solo ha sido posible gracias a una administración que ha manejado las finanzas municipales con total seriedad, dándole un uso decoroso a los recursos públicos y garantizando su correcta utilización. A esto se suma el excelente manejo de la cartera a cargo de una profesional que ha demostrado eficiencia y efectividad, priorizando las necesidades sociales sobre el apetito voraz de contratar.
Ojalá todas las secretarías contaran con personas de la idoneidad de quienes dirigen Hacienda, Planeación o la Oficina Jurídica, por mencionar algunas. Esto, señor alcalde, también se lo agradeceríamos.
No podemos olvidar que detrás de todas las malas decisiones están políticos que hoy pretenden erigirse como ejemplos de sabiduría y rectitud, cuando en su momento privatizaron el alumbrado público o intentaron vender el estadio municipal a particulares. Como no pudieron, decidieron pagarle a la mal llamada liga de fútbol por un predio que tenía una condición resolutiva a favor del Departamento del Cauca. Su cinismo es evidente cuando salen a opinar, descalificar y comparar. No es de extrañar en una sociedad proclive al olvido, donde creen que volverán a ser elegidos y donde sus antiguos subalternos, hoy funcionarios de la alcaldía, les siguen el juego con descaro.
Adenda: En este mismo medio leí sobre la asignación de un contrato del PAE en esta administración municipal y los serios cuestionamientos que se plantearon. No puedo evitar recordar el dicho popular: "El tiempo pone todo en su lugar". Para quienes saben y no saben de contratación estatal, vale la pena aclarar que dicho contrato fue estructurado en la anterior administración, precisamente por quien hoy, desde la conveniente oposición, cacarea cada vez que "el Pollo" canta.