La metamorfosis de Francia Márquez
Se desmorona al castillo de naipes, que es la figura de la hija de Suárez, quien terminó aliándose al servicio de la rancia oligarquía y caciques políticos del Cauca.

¿Quién lo diría? La hija del agua, la defensora del Pacífico, la mujer que fue perseguida por defender la vida... hoy convertida en la jugada maestra del ajedrez de las élites. ¡Y qué jaque tan fino!
Francia Márquez, aquella lideresa que hablaba de ancestras, trenzas y dignidad, terminó convertida —según audios filtrados por El País de España— en la mejor opción para reemplazar a Gustavo Petro en un golpe de Estado de salón.
Una jugada orquestada desde la comodidad diplomática de Washington, con bendición de Trump, incienso de Vargas Lleras y discretos aplausos de Cambio Radical.
El Pacífico, al servicio del Atlántico Norte.El excanciller Álvaro Leyva —quien empezó como símbolo de la paz total y terminó como emisario del Tea Party, junto a Vicky Dávila y el clan Géneco— viajó a EE.UU. para ofrecer una alternativa “moderada” a Petro.
¿Y a quién propuso como nueva presidenta? Adivinen. Sí, a la “niña de la tierrita”: Francia Márquez. En los audios se escucha decir que ella ya está “en la jugada”, que estaba al tanto, que ya estaba lista.
¿Y Petro? “Drogadicto”. Ahora entendemos por qué tanta carta de ocho páginas contra el presidente: eran los ensayos del golpe. Y los actores clave: ELN, Clan del Golfo, gremios.
Una alianza que haría sonrojar hasta a Uribe y Mancuso. En el Cauca, la fórmula es clara: Francia Márquez + Temístocles Ortega + Vargas Lleras. Es decir, Francia siempre ha representado los intereses de Cambio Radical, la derecha pura y dura del país.
Temístocles Ortega —cacique regional, barón de Cambio Radical y padrino de múltiples candidaturas— ha sido uno de los principales impulsores de la carrera de Francia. No lo decimos por chisme: la vicepresidenta ha respaldado públicamente a candidatos de Cambio Radical como Elber González, mientras desconoce históricamente a los consejos comunitarios que la vieron nacer.
La niña rebelde terminó sirviéndole el almuerzo a Vargas Lleras.Y por eso, en el Cauca, Francia Márquez no es profeta en su tierra. Todo lo contrario. En muchos actos públicos ha sido abucheada por comunidades que conocen su trayectoria.
Porque no representa al movimiento social, nunca respaldó ni a la Colombia Humana ni al Pacto Histórico, y siempre prefirió aliarse con la maquinaria tradicional. En las pasadas elecciones regionales, apoyó al actual gobernador del Cauca —también cercano a Temístocles— en lugar del candidato del Pacto.
El resultado es claro: el pueblo no la reconoce como una de las suyas.En Suárez, su propio municipio, el abandono es total. No hay agua potable ni servicios públicos esenciales. La vicepresidencia no se ha traducido en obras concretas para su comunidad ni para su consejo comunitario.
La sienten lejana, desconectada, dedicada a sus aspiraciones de poder, pero ausente del territorio. Dicen que ni siquiera lograría un voto en una elección local. Y duele.
Porque cuando una lideresa de base se vende al mejor puesto, termina sin base ni liderazgo.¿Y qué hizo en el Ministerio de la Igualdad? Nada… pero con presupuesto. O mejor: no ejecutó recursos, abandonó programas estratégicos como Jóvenes en Paz.
¿Recuerdan al uribista de Utransa que dirigió la campaña del No al plebiscito por la paz? Pues él fue gerente del programa. Ahora entendemos cómo terminó ahí: con una uribista al mando de su equipo, ¿cómo no se iban a hundir los programas?Eso sí, en redes nunca dejó de sonar bonito.
La historia de Francia Márquez, de lideresa afrodescendiente a ficha útil del establecimiento, es la prueba más dolorosa de que el poder no transforma a todos: a algunos simplemente los revela.
Aquí estamos, viendo cómo la dignidad se volvió caricatura. Y los pueblos que la creyeron, la resisten. Francia Márquez traicionó a su pueblo y al movimiento social.
Por Prensa Justicia & Dignidad