La muchachada indígena del Cauca le apuesta al deporte: inició la II Copa de Jóvenes Cric

Este torneo es la respuesta deportiva y cultural de los pueblos ancestrales del Cauca ante el fenómeno de la violencia.

La muchachada indígena del Cauca le apuesta al deporte: inició la II Copa de Jóvenes Cric

Con un acto lleno de alegría, color y simbolismo ancestral, se dio apertura oficial a la II Copa Juvenil Indígena del Consejo Regional Indígena del Cauca, Cric, el pasado viernes 19 de abril. Esta iniciativa deportiva reúne a los 11 procesos juveniles de las zonas que integran el CRIC, con el objetivo de fomentar el liderazgo, la identidad cultural y el trabajo colectivo entre las juventudes indígenas.

El Programa de Jóvenes del Cric, liderado por la coordinación dual conformada por Marbel Yatacue y Leonardo Valencia, busca abrir caminos de vida distintos al conflicto armado en los territorios indígenas, apostándole al deporte como herramienta de transformación social. Como parte de esta apuesta, durante los partidos de cuartos de final de la II Copa Juvenil Indígena se contará con la presencia de visores de equipos de fútbol profesional, quienes observarán el talento de los jugadores con el objetivo de brindar oportunidades a jóvenes indígenas destacados.

La jornada inaugural tuvo lugar en medio de expresiones artísticas y comunitarias, y contó con la entrega de uniformes a cada equipo participante. Estos uniformes fueron diseñados por jóvenes de los territorios, quienes plasmaron en ellos símbolos de su cultura, memoria e historia, reafirmando que el deporte también es una forma de expresión identitaria.

El primer partido oficial del torneo enfrentó a los equipos de Tandachiriduwasi, de la Bota Caucana, y el Pueblo Yanakuna, del Macizo Colombiano, en un duelo que reflejó no solo el nivel deportivo, sino el espíritu de hermandad que acompaña esta copa. Con el pitazo inicial se abrió la fase de grupos del campeonato, donde cada zona buscará avanzar con esfuerzo y compromiso.

“La Copa Juvenil no es solo un campeonato, es un proceso formativo, político y cultural donde los jóvenes fortalecen sus raíces y su visión organizativa”, señaló Marbel Yatacue.

Durante las próximas semanas, se desarrollarán los encuentros deportivos en diferentes escenarios del departamento, generando espacios de integración y diálogo entre juventudes indígenas. La copa no solo promueve el ejercicio físico, sino que se convierte en un escenario de paz, reconstrucción del tejido social y defensa de la vida en los territorios.

Desde el Cric se extiende la invitación a las comunidades, autoridades tradicionales y organizaciones aliadas a respaldar este esfuerzo que nace desde las bases y fortalece la unidad del movimiento indígena caucano.