La Reforma Agraria, el gran legado del Gobierno para el pueblo

El gobierno de Gustavo Petro está con los campesinos y campesinas del país, luchando para que tengan acceso a la tierra.

La Reforma Agraria, el gran legado del Gobierno para el pueblo

La Reforma Agraria gana terreno en el país y se consolida como el gran legado del Gobierno para el pueblo colombiano.

Este pilar de la administración del presidente Gustavo Petro, está demostrando con hechos que sí es posible saldar la deuda histórica con el campesinado del país, lo que otros gobiernos no hicieron.

En tres años, la Agencia Nacional de Tierras ─ANT─ bajo la dirección de Juan Felipe Harman Ortiz, ha gestionado cerca de 634.712 hectáreas a campesinos y comunidades étnicas, de las cuales más de 400.000 fueron compradas para avanzar en la justicia rural, el cumplimiento del Acuerdo de Paz y la transformación del campo.

El avance es contundente: estas cifras superan por más de diez veces las 60.000 hectáreas gestionadas por los dos gobiernos anteriores (27.827 en el gobierno Santos y 32.614 en el de Duque), lo que demuestra que la tierra está regresando a manos campesinas y que la Reforma Agraria no es solo discurso, sino una realidad.

Con cada hectárea entregada, el Gobierno les devuelve a las comunidades campesinas y étnicas su dignidad, su derecho a permanecer en el territorio y su papel protagónico en la construcción de una Colombia más productiva, justa y en paz. ¡Con dignidad, el Gobierno Petro le está cumpliendo al campesinado!

Marelys Flórez pertenece a una de las 119 familias que, en el mes de julio, recibieron 2.000 hectáreas de tierra en el municipio de Zambrano (Bolívar), entre ellas un predio que le perteneció al narcotraficante Pablo Escobar, y que ahora servirán para cultivar yuca, plátano, maíz y otros productos.

“Hemos luchado por este predio durante más de 20 años, por obtener un pedazo de tierra para cultivar y mejorar nuestra calidad de vida. Hoy puedo decir con orgullo: ¡esta tierra sí es mía!, la recuperamos para sanar todos esos años de desalojos, porque no queremos regresar a la violencia ni al abandono del campo. Este es nuestro momento de gloria”, expresó Marelys, durante el acto de entrega de su terreno.

El Gobierno del presidente Gustavo Petro ha asumido con ímpetu la recuperación de tierras arrebatadas por la mafia y baldíos de la nación apropiados de manera irregular. En tan solo tres años de gestión, Juan Felipe Harman Ortiz, ha encabezado la recuperación de más de 200.000 hectáreas de procesos agrarios que hoy hacen parte del Fondo de Tierras de la entidad.

Se trata de un hito en la historia agraria del país, en el que antiguos dominios del narcotráfico, el paramilitarismo y baldíos indebidamente ocupados por particulares regresan a sus verdaderos dueños: la población campesina y rural víctima del conflicto. A esto se suman 17.633 hectáreas transferidas a título gratuito desde la Sociedad de Activos Especiales (SAE) y 2.240 hectáreas recibidas en donación, fortaleciendo así la Reforma Agraria en marcha.

Para Harman, recuperar mediante operativos policiales tierras que alguna vez estuvieron en manos de grupos criminales y que hacían parte del inventario de la Sociedad de Activos Especiales (SAE) o del Fondo de Reparación para las Víctimas (FRV) constituye un legado sin precedentes que deja el Gobierno actual.

“El hecho de que recuperemos y usemos los bienes de la mafia para reparar a las víctimas y entregarles tierra a los campesinos es un reto enorme. Este es uno de los grandes aciertos del Gobierno, en el marco de la política que busca aprovechar todos los bienes de la mafia para reconstruir la sociedad colombiana”, aseguró el director de la Agencia Nacional de Tierras.

Con cada hectárea entregada, el Gobierno le devuelve a las comunidades campesinas y étnicas no solo su tierra, sino también su dignidad, su derecho a permanecer en el territorio y su papel protagónico en la construcción de un país más productivo, justo y en paz.

En el Caribe y el Magdalena Medio, se han destinado más de 154.000 hectáreas a comunidades rurales, beneficiando a comunidades de Antioquia, Bolívar, Cesar y Sucre. Este esfuerzo se traduce en incrementos históricos: un 329 % en el Magdalena Medio y un 286 % en el Caribe, respondiendo así a territorios que durante años sufrieron el despojo y la violencia de los grupos armados ilegales.

Se han formalizado más tierras que en los gobiernos de Santos y Duque juntos. Cuando existe voluntad política, el progreso rural se hace evidente. Hoy el campo recibe lo que tanto esperó: tierra propia y dignidad

En el marco del cumplimiento del Acuerdo de Paz, se han destinado más de 16.000 hectáreas para los procesos de reincorporación de firmantes de paz que le apostaron a la construcción de una vida en la legalidad. Esta cifra supera ampliamente lo logrado por administraciones anteriores: durante el gobierno de Juan Manuel Santos, dos años después de la firma del Acuerdo, solo se gestionaron 71 hectáreas, y en todo el periodo del gobierno de Iván Duque, apenas 606 hectáreas.

Formalización de territorios de paz

En materia de formalización de tierras, la Agencia Nacional de Tierras ha superado récords con la titulación de 1.718.108 hectáreas, lo que beneficia a miles de familias rurales, fortalece la seguridad jurídica en el campo y da cumplimiento al mandato de dignificar la vida rural. Este avance contrasta con las cifras de las administraciones anteriores, que sumaron apenas 1,3 millones de hectáreas en total.

En la región del Catatumbo, el Gobierno del presidente Gustavo Petro ha formalizado más de 9.000 hectáreas a víctimas del conflicto armado como repuesta a la crisis humanitaria y de seguridad que afronta esta zona del país. En los municipios de Ábrego, Hacarí, La Playa de Belén, Ocaña, San Calixto, Teorama y Tibú, se han realizado 603 levantamientos topográficos que abarcan un total de 8.278 hectáreas. Elizabeth Pabón, campesina y líder de la vereda La India en Tibú, logró formalizar su predio donde antes cultivaba coca y que hoy destina a sembrar vida y esperanza.

Más de 1,7 millones de hectáreas formalizadas para pobladores rurales, que se convierten en propietarios de sus tierras, marcan el camino para saldar una deuda histórica con el campo colombiano y dejar un legado al campesinado

“Los gobiernos anteriores no nos cumplieron y, después de siete años, gracias al presidente Petro tuvimos la oportunidad de recibir nuestro título de propiedad. Yo antes tenía un cultivo de coca, tuve la oportunidad de sustituirlo y ahora tengo palma. Una campesina sin tierra no es una campesina, y en eso nos parecemos a la tierra: nosotros parimos vida y la tierra también da vida para sustentarnos”, expresó Pabón con emoción, tras la entrega de su terreno.

La Reforma Agraria también avanza con hechos en infraestructura social rural: se han entregado 1.328 titulaciones a entidades de derecho público para fortalecer escuelas, puestos de salud, sedes comunitarias y vías rurales.

Los títulos brindan seguridad jurídica a estos espacios comunitarios y abren la puerta a nuevas inversiones y proyectos de desarrollo que elevan la calidad de vida de las familias campesinas.

Fortalecimiento de la economía rural, otro legado del Gobierno Petro

La Agencia Nacional de Tierras como máxima autoridad de tierras de la nación, también prioriza la organización y planeación territorial de las comunidades rurales. Ha constituido 14 nuevas Zonas de Reserva Campesina (ZRC) que ocupan un área total de 702.381 hectáreas, y están ubicadas en los departamentos de Antioquia, Meta, Cauca, Cundinamarca y Córdoba, entre otros. Estas zonas aseguran que las comunidades rurales puedan planear su desarrollo territorial de manera autónoma y perdurable.

Asimismo, se avanza en la creación de siete zonas más en 2025, que serán territorios protegidos claves para garantizar la sostenibilidad ambiental y lograr el fortalecimiento y estabilización de la economía campesina y rural.

El Gobierno nacional, bajo el liderazgo del director de la Agencia Nacional de Tierras, Juan Felipe Harman Ortiz, ha gestionado cerca de 634.712 hectáreas, permitiendo que cada vez más campesinos, pueblos indígenas y comunidades afrodescendientes puedan decir con orgullo: “¡Esta tierra sí es mía!”.

Además, en 2025 se consolidarán los seis primeros Territorios Campesinos Agroalimentarios (TECAM), zonas delimitadas históricamente por comunidades campesinas, que promueven el cuidado ambiental, la agroecología y la vida digna de las comunidades para garantizar soberanía alimentaria y ordenamiento territorial para miles de familias campesinas en 23 municipios de los departamentos de Arauca, Cesar, Cauca y Nariño.A su vez, la Agencia avanza de manera decidida en la reglamentación de zonas de deslinde, como ciénagas y playones baldíos, en regiones donde por años han perdurado las tensiones y hechos de violencia por el acceso a la tierra.

Gobierno de Gustavo Petro le cumple a los campesinos y a las comunidades étnicas: en tres años, la Reforma Agraria alcanza cifras históricas de tierras entregadas y formalizadas en todo el país.

A la fecha, han sido regularizadas en el país más de 66.000 hectáreas de ciénagas y playones, de las cuales 58.000 se reglamentaron en el último año.

Comités de Reforma Agraria y acompañamiento de ANT siembran futuro

La Agencia Nacional de Tierras, junto al campesinado, ha reafirmado su compromiso con las comunidades rurales mediante la conformación de 517 Comités Municipales (CMRA) y 14 Comités Departamentales de Reforma Agraria (CDRA).

Estos espacios de participación, concertación y decisión entre los campesinos y el Gobierno nacional demuestran que la Reforma Agraria se construye de manera democrática, con la voz de quienes habitan y transforman el territorio, consolidando así un campo más justo, incluyente y lleno de oportunidades.Con la creación de los CMRA y CDRA, la Agencia no solo ha cumplido, sino que ha superado ampliamente las metas trazadas por el Gobierno, fortaleciendo la participación activa del campesinado y de las comunidades indígenas y afrodescendientes en la implementación de la Reforma.