Popayán no necesita un presidente del Concejo al servicio de privatizadores ni de congresistas insaciables

En Popayán estamos ad portas de elegir al próximo presidente del Concejo Municipal, y la pregunta es obligada

Popayán no necesita un presidente del Concejo al servicio de privatizadores ni de congresistas insaciables

¿Seguiremos en manos de quienes han convertido la corporación en una notaría de privatizaciones mal maquilladas o, por fin, tendremos un timonel que entienda que su deber es con la ciudadanía y no con los alcaldes y congresistas de turno?

Porque seamos claros: muchos de los concejales que hoy levantan la mano con obediencia casi mecánica han sido protagonistas de la entrega de servicios públicos al mejor postor. Ahí están sus huellas: José Alexander Campo, privatizador de vieja data desde que facilitó la entrega del servicio de recolección de basuras a manos de privados; las aventuras de empresas mixtas como Ciudad Moderna, de dudosa conveniencia, con la participación entusiasta de los concejales repitentes José Alexander Campo, Daniel Muñoz, Marco Aurelio Gaviria, Rosa Sinisterra, Nelson Andrés Sarria y Julián Ausecha. Y para completar el cuadro, William Campiño, quien también aportó su voto a esta bofetada contra los intereses de Popayán, ahora suena como futuro presidente de la Asamblea Departamental y, como si la ironía no alcanzara, también pretende aspirar a la Alcaldía de Popayán.

Quien suena con fuerza para ocupar la presidencia del Concejo es Daniel Muñoz, conocido ya por su talante privatizador. Pero lo más preocupante, y hasta aterrador, es que no piensa ni decide por sí mismo: obedece dócilmente a los llamados de ciertos ‘pesos pesados’ de la Cámara de Representantes por el Cauca, esos mismos congresistas que integran el selecto club de cuatro glotones que solo han mostrado un apetito insaciable por cuotas burocráticas, jamás por trabajar en serio por los intereses del departamento. Para rematar, incluso son señalados de tener la ‘habilidad’ de hacer desaparecer 22 multas a familiares, como si la ley fuera un menú a la carta.

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Algunos dicen que estos concejales son “estratégicos”, que “saben moverse en lo público”. Pues sí, estratégicos… pero para garantizar que las multinacionales sigan engordando mientras Popayán paga tarifas cada vez más abusivas. Y claro, se mueven: pero no para controlar a la administración ni defender a la gente, sino para cuadrar su hoja de vida con los amos del Congreso.

El reto para el alcalde Juan Carlos Muñoz Bravo

En este contexto, el llamado es directo al alcalde Juan Carlos Muñoz Bravo: no dé su brazo a torcer. Usted fue elegido para gobernar con la gente y para la gente, no para congraciarse con jefes politiqueros que han condenado a Popayán al atraso y al abandono. Lo que esta ciudad espera, y exige, es que renueve su equipo de gobierno con funcionarios que rindan cuentas a los payaneses, no a congresistas insaciables ni a concejales privatizadores. La ciudadanía debe tener claro que los verdaderos servidores públicos se miden por resultados tangibles, no por favores cumplidos ni por la obediencia ciega a padrinos políticos.

Lo que está en juego

La presidencia del Concejo no puede seguir siendo un botín ni un premio de consolación. Popayán necesita un presidente del Concejo que no tenga las manos manchadas por la privatización de servicios esenciales, que entienda que la ciudad está cansada de tanto contubernio.

Si los concejales insisten en elegir a un presidente con historial de privatizador o servil a congresistas, que al menos tengan la decencia de mirar a los ojos de la ciudadanía y reconocerlo: “Estamos aquí para servir a otros intereses, no a Popayán”. Tal vez así el sarcasmo se convierta en sinceridad.