Tóxicas amenazas en Cauca: Envenenan importante río, poniendo en riesgo a miles de personas y devastando la fauna y flora
Denuncian que el agua cristalina y fluida se convirtió en una sustancia oscura y estancada que pone en riesgo a los habitantes del Cauca y a su flora y fauna.
Mientras el mundo centra sus ojos en la COP16, la cumbre ambiental más grande y significativa para el futuro de la biodiversidad, que se lleva a cabo en Cali, Valle del Cauca, a pocos kilómetros de distancia, miles de personas, animales y plantas corren peligro por el envenenamiento de uno de los ríos más importantes del país.
A 104 kilómetros de la capital vallecaucana se ubica el Cañón del Micay, conformada por los municipios de Argelia, El Tambo, López de Micay, Guapi y Timbiquí, ubicados en el occidente del departamento del Cauca. Allí era frecuente ver las aguas cristalinas del río Micay fluir libremente hasta desembocar en el Pacífico. Sin embargo, el panorama hoy es distinto.
De acuerdo con información entregada por el Ejército Nacional, las aguas del Micay están siendo envenenadas por la estructura Carlos Patiño de las disidencias de las FARC, convirtiendo esas aguas transparentes en una sustancia oscura y estancada que aniquila la vida animal y vegetal que depende de la misma.
Las autoridades tienen documentados varios puntos sobre el río Micay del que se surten varias comunidades como las de San Juan de Mechengue, El Plateado, La Emboscada, La Honduras entre otras, en donde miembros de este grupo criminal estarían adelantando labores de explotación ilícita de yacimientos mineros.
Envenenan el río con mercurio y cianuro
Según denuncian las autoridades, con base en registros que hacen de manera periódica y constante, se ha evidenciado que las estructuras criminales estarían empleando de manera indiscriminada y sin ningún control ni conciencia de cuidado, maquinaria amarilla, dragones, motores, así como químicos como mercurio y cianuro, que son altamente tóxicos y perjudiciales para la vida humana.
Adicionalmente, las fotografías y videos captados por tecnología de la fuerza pública refleja el crimen ambiental y silencioso que se ha extendido más allá del cauce del río Micay, debido a que con esa maquinaria amarilla, que usualmente dicen que es para carreteras, han desviado el cause natural del río.
“El daño que han venido causando las disidencias, cuyo máximo cabecilla es ‘Iván Mordisco’, es tal que en varias zonas ya se han formado “piscinas” en donde el agua ha tomado colores extraños, evidenciando el uso y empleo de químicos lo que representa un grave riesgo para la población civil, así como para la flora y fauna”, denuncia el Ejército Nacional.
De acuerdo con la denuncia, para disfrazar este crimen y evitar las acciones judiciales, las disidencias han optado por instrumentalizar a la población civil presionándolos para que informen si ven movimientos de vehículos o aeronaves, y de este modo alcanzar a mover las maquinarias y ocultarlas para evitar la flagrancia y así eludir los controles que se han previsto.
De igual manera, este grupo criminal estaría constriñendo a las comunidades para que mediante protestas exijan la salida de la fuerza pública y la “no militarización” del territorio, con el objetivo de recuperar el terreno perdido y retomar el control de todas las rentas ilegales que tenían.
Disfrazan sus acciones con falsa legalidad
La fuerza pública además denunció que las disidencias de las FARC estarían ubicando maquinaria sobre las carreteras cercanas al cauce del río Micay, para darle una apariencia de legalidad, y argumentar que están llevando a cabo tareas de mantenimiento y trabajo sobre la vía.
Este fue el engaño inicial con el que las disidencias llevaron la maquinaria a esta zona, referenciando que serían usadas para trabajos en beneficio de las comunidades.
Ejército Nacional
Sin embargo, han evidenciado que esa maquinaria están siendo empleadas para afectar y depredar las fuentes hídricas y las zonas verdes con las que cuenta esta zona del Pacífico-Sur del departamento del Cauca.
El daño generado por esta práctica criminal en contra del medio ambiente, la vida silvestre y humana se estima en más de 100 hectáreas a lo largo del cauce del río Micay, una grave afectación que difícilmente pueda ser reparada en el corto tiempo.
Igualmente, este grupo ilegal estaría obteniendo mensualmente entre 8.000 y 10.000 gramos de oro, lo que le estaría generando ganancias criminales de por lo menos 7.000 millones de pesos para la estructura Carlos Patiño de las disidencias de las Farc.
Nota tomada de: https://redmas.com.co/