Otra votación sin humo blanco: continúa la espera por el nuevo Papa
Aunque podría prolongarse indefinidamente, en la práctica los cónclaves modernos tienden a resolverse en pocos días.

Este jueves, poco antes del mediodía en Roma, la chimenea de la Capilla Sixtina volvió a emitir humo negro, indicando que los cardenales aún no han llegado a un acuerdo para elegir al nuevo papa. Esta fue la primera votación del segundo día del cónclave y la segunda en total.
El humo oscuro es la señal inequívoca de que ningún candidato ha alcanzado los dos tercios necesarios para ser proclamado como sucesor de Pedro.
Según el cronograma, hoy están previstas otras dos votaciones, lo que mantiene vivas las expectativas de millones de fieles en todo el mundo que esperan la aparición del ansiado humo blanco.
La elección de un nuevo pontífice no está sujeta a plazos definidos. En cada jornada se realizan hasta cuatro votaciones —dos por la mañana y dos en la tarde—, y el proceso se extiende hasta que un cardenal obtenga el respaldo de al menos dos tercios del colegio elector.
Aunque podría prolongarse indefinidamente, en la práctica los cónclaves modernos tienden a resolverse en pocos días.
Historia reciente de elecciones papales
Durante el siglo XX, los tiempos del cónclave variaron. En 1939, Pío XII fue elegido en tres días; en 1958, Juan XXIII también fue proclamado papa al tercer día; y en 1963, Pablo VI fue elegido al cuarto día. Juan Pablo I, en 1978, fue designado en un solo día, y su sucesor, Juan Pablo II, en apenas tres.
Ya en el siglo XXI, esa rapidez se ha mantenido: Benedicto XVI fue elegido en 2005 al segundo día de deliberaciones, lo mismo que el papa Francisco en 2013.
Aunque hoy hay más cardenales y mayores desafíos para la Iglesia, la tradición de una pronta elección ha persistido, gracias al trabajo previo de diálogo y los acuerdos informales que se gestan entre los purpurados.
Por ahora, el mundo sigue mirando hacia el cielo del Vaticano, a la espera de una señal blanca que anuncie la llegada de un nuevo líder espiritual para los más de mil millones de católicos en el mundo.