Popayán alzó la voz por la salud: un Cabildo Popular que exige dignidad y reforma
La capital caucana fue escenario de una audiencia pública que reunió al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, y al senador Ferney Silva, en respaldo a una reforma que busca acabar con la intermediación, fortalecer la red pública y devolverle al sistema de salud su carácter de derecho.

Popayán se convirtió este jueves en la tribuna del sur para exigir un cambio urgente en el sistema de salud colombiano. En una audiencia pública sin precedentes en la ciudad, liderada por el senador Ferney Silva y el ministro Guillermo Alfonso Jaramillo, la ciudadanía ratificó que la salud no es un negocio: es un derecho.

“Esta no es una pelea del gobierno, esta no es una pelea del presidente de la República, esta es una pelea de la sociedad colombiana para hacerla más justa y equitativa”, afirmó Silva con firmeza, ante un Salón Ciudad de Popayán colmado de líderes sociales, personal médico, estudiantes, indígenas y comunidades barriales.
El evento, convocado como Cabildo Popular en Defensa de la Reforma Social, marcó un hito de participación y democracia directa. Desde las 8:00 a. m., el recinto fue llenándose de voces que coincidieron en un clamor común: el modelo actual no da más.


La reforma: menos EPS, más salud para el pueblo
Durante su intervención, el senador Silva explicó que el proyecto de reforma busca eliminar las EPS como intermediarios financieros, y dirigir los recursos directamente a hospitales y centros de salud públicos. Así, se pretende terminar con los retrasos en los pagos, los rechazos injustificados y el deterioro de la red primaria, especialmente en zonas rurales.
“¡Gracias, Popayán! ¡Gracias, Cauca! Hoy honramos la fuerza de un pueblo que no se rinde, que se organiza, que alza la voz y exige una salud digna para todas y todos”, expresó Silva, recibiendo un aplauso cerrado que resumía el espíritu del evento.
Por su parte, el ministro Jaramillo resaltó que la reforma no solo busca corregir las fallas estructurales del sistema, sino también garantizar el respeto por la salud intercultural y la participación comunitaria en la toma de decisiones. “Vamos a construir una salud preventiva, no una industria de enfermedades”, dijo.
Testimonios que duelen… y exigen respuestas
Durante la jornada se escucharon testimonios que desnudan la crudeza de la realidad: madres que deben caminar horas para que sus hijos sean atendidos, promotores de salud que no reciben pago desde hace meses, hospitales sin insumos y pueblos sin médicos. También se sumaron voces desde el norte del Cauca y la costa pacífica caucana, donde la ausencia del Estado es más la regla que la excepción.
En contraste con el discurso de tecnócratas y aseguradoras, este Cabildo Popular puso el rostro humano al debate: el de quienes padecen las consecuencias de un sistema fragmentado, burocratizado y muchas veces ineficiente.
Lo que propone la reforma, punto por punto
La hoja de ruta expuesta ante los asistentes incluye:
- Fin de la intermediación financiera de las EPS.
- Creación de un fondo único para financiar directamente a hospitales y centros públicos.
- Fortalecimiento de la atención primaria en salud en cada territorio.
- Participación activa de la comunidad en la vigilancia del gasto público en salud.
¿Por qué importa esto?
Porque no se trata solo de una modificación administrativa. Esta es una apuesta por recuperar el sentido público del sistema de salud en Colombia. Y desde Popayán, tierra históricamente olvidada en materia de salud pública, se ha enviado un mensaje que el Congreso no puede ignorar.
La jornada cerró con un llamado claro: ¡Sí a la reforma a la salud! No como un favor del Estado, sino como una deuda histórica con los territorios excluidos y con millones de colombianos que siguen esperando una cita, una ambulancia, un tratamiento digno.
Popayán habló claro. Ahora le corresponde al Congreso escuchar.